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Star Wars Episodio II: El imperio contraataca

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Prueba antisatelite llevada a cabo en 1985 con un ASM-135 ASAT. Foto USAF
Muchos años han pasado desde que tanto la URSS como EEUU abandonaran su carrera espacial militar y los diagramas de estaciones de combate espacial terminaron cogiendo polvo en el fondo de un oscuro cajón (el cual, en el caso de los proyectos soviéticos, que no os extrañe que se encuentre en un edificio por ahí abandonado). Hoy en día no hay armas nucleares en el espacio y si uno mira al cielo, a parte de unos pocos e inocentes satélites, se encontrará no con cabezas nucleares pero si con auténticas constelaciones de satélites espía, de satélites comunicaciones militares o de interceptación y análisis de datos... eso sin contar redes completas de satélites de uso dual (¿no es acaso el uso dual una de las características intrínsecas a los satélites?) como las redes de posicionamiento global tipo GPS o Glonasss o la china Beidou. Diseños como el de la estación soviética Polyus, la cual buscaba liquidar los satélites de la SDI con su potente láser, parecen haber quedado obsoletos en tanto que parece que si un satélite es una amenaza se le puede destruir fácilmente sin necesidad de salir al espacio. Que se lo digan sino a los norteamericanos que a mediados de los 80, en plena fiebre del SDI, comprobaron la efectividad de sus misiles anti-satélites ASM-135 ASAT lanzándolos desde un F-15 Eagle y reduciendo a cenizas el satélite P78-1 cuando orbitaba a 525 kilómetros de altura. Por cierto, que el último cachito del P78-1 terminó de caer a la tierra en 2008, cosas de la mecánica orbital... Por cierto, que AQUÍ tenéis un vídeo promocional estilo teletienda de este asesino de satélites cotillas y destinada, tal y como dice el locutor, a defender el "mundo libre".



SM-3 en vuelo, destino: satélite USA-193. Foto USAF
En Enero de 2.001 una comisión comandada por Donald Rumsfeld recomendó al presidente que tomase medidas para que, llegado el caso, los Estados Unidos pudieran desplegar armas en el espacio para proteger los intereses de los EEUU algo que tras la retirada de este país de la lista de firmantes del Tratado sobre Misiles Antibalísticos en 2.002 azuzó una nueva Guerra Fría encubierta en lo que a la dominación del espacio se refiere. En Febrero de 2008 un misil SM-3 modificado convenientemente fue lanzado en el marco de la operación Escarcha Quemada desde el crucero lanzamisiles USS Lake Erie de la clase Ticonderoga estacionado unos cientos de millas al noroeste de Hawaii y destruyó un satélite que estaba efectuando una reentrada controlada a 247 kilómetros de altura mostrando así sus capacidades ASAT (antisatélite), una prueba que provocó quejas por parte de Rusia y de China al tildarla de provocadora y que provocó 174 fragmentos de chatarra espacial las cuales, en su gran mayoría, tardaron pocos días en quemarse en la reentrada.




Muchos mantienen que esta provocadora prueba fue la respuesta oficial norteamericana a la que es hoy por hoy la prueba de destrucción de un satélite desde tierra más polémica que haya tenido lugar y la cual se produjo un año antes a esta, concretamente un 11 de Enero de 2007 cuando un misil chino SC-19 ASAT con cabeza destructora cinética avanzando (se dice) a una velocidad de 8 kilómetros por segundo destruyó sin previo aviso y para sorpresa de todos los que en ese momento monitoreaban el espacio el satélite de comunicaciones chino FY-1C que se encontraba tranquilamente orbitando a 865 kilómetros de altura. Esta acción provocó según estimaciones más de 150.000 piezas de chatarra espacial, 2.317 de las cuales mayores que el tamaño de una bola de golf y las cuales no se sabe muy bien cuando van a terminar de caer aunque la NASA se ha aventurado a decir que para 2.035 aun quedarán en órbita el 30% de las que se provocaron. Algo parecido al principio de la película Gravity en la que un satélite ruso es destruido por un misil durante una prueba similar a esta liándola parda y con las consecuencias que todos los que hemos visto la película conocemos... en fin, que si no la has visto mira por AQUÍ. Dado que todo viene a indicar que la escena de la película tiene que ver con la prueba china de 2007 me pregunto porqué los guionistas de Gravity no contaron la historia como de verdad fue... cosas de la política internacional entiendo. Por cierto, que en Abril de 2.011 la trozos del FY-1C pasaron cerca de la Estación Espacial Internacional provocando que se tuvieran que tomar las medidas oportunas.



Cubiertas las necesidades en la destrucción de satélites en la órbita baja le tocaba el turno a la órbita alta. En Mayo de 2.013 una aparente misión de investigación espacial china alcanza (se rumorea) los 30.000 kilómetros de altura, una altitud superior a la cual donde se encuentran todos los demás satélites incluidos los espía, los de comunicaciones militares o los del sistema GPS tal y como podéis ver AQUÍ. Una vez alcanzada esta altitud en vez de liberar una carga no ocurre absolutamente nada, el cohete cae a plomo hacia la tierra y se quema durante la reentrada sin dejar rastro alguno. Esta nueva misión, según sugiere ESTE documento, tenía por objeto, a pesar de que los chinos insisten en que estaban haciendo pruebas científicas, probar por parte de las autoridades chinas un nuevo modelo de arma de destrucción de satélites. Si esto fuera cierto los chinos estarían desarrollando la capacidad de destruir los satélites de sus enemigos incluso en órbitas altas pudiendo no solo aniquilar sus satélites de alerta temprana dejando indefensa a su enemigo ante un ataque nuclear sino también anular o perturbar así sus comunicaciones, impidiendo su navegación e incluso dejando sus bombas de precisión sin "precisión" alguna... algo que por supuesto debe de tener bastante acongojados a algunos. Los chinos a estas capacidades se refieren como "disuasión espacial", unas capacidades demasiado jugosas como para renunciar a ellas. La última prueba anti-satélite china disfrazada de prueba de sistema antimisiles fue llevada a cabo el pasado 23 de Julio levantando una vez más airadas reacciones por parte de los EEUU, algo que resulta cuando menos curioso ya que en 2008 Rusia y China prepararon un borrador de tratado para prohibir las armas en el espacio que los EEUU se negaron a firmar y cuya versión actualizada en 2014 también rechazaron bajo el pretexto (su razón tienen) que no existía ningún método de verificación fiable de cumplimiento del tratado en lo que a armas terrestres anti-satélite se refería. Ponte tu a rastrear la Federación Rusa a ver si ves algún misil tierra-espacio.


MiG-31 liándola parda. Vía Topwar
La Federación Rusa por su parte no ha querido quedarse atrás en lo que a estas capacidades se refiere y anunció recientemente el desarrollo de sistemas aparcados desde los buenos tiempos de la Guerra Fría con capacidades ASAT. Proyectos que comprenden sistemas lanzados desde Tierra como el denominado proyecto Nariad o lanzados desde cazas MiG-31 similar al ASM-135 ASAT norteamericano como el denominado 30P6 . Tenéis más información de ambos AQUÍ. Por otra parte los nuevos desarrollos como el S-500 "Prometei" han sido publicitados como poseedores de ASAT para satélites de órbita baja. Vamos, que en la actualidad estamos entrando de lleno en una nueva época dorada en lo que a aniquilación de satélites se trata y que puede darnos muchas pero que muchas sorpresas dada la dependencia de los satélites que tienen todas las potencias armamentísticas. Curiosamente, como podéis ver, la mayor amenaza los satélites y arma definitiva en lo que a la Guerra de las Galaxias se refiere parece ser que se encuentra en la actualidad en los sistemas terrestres, sistemas infinitamente más baratos que las estaciones de combate, que en breve tendrán mejores capacidades, podrán ser más difíciles de localizar y que representaran una amenaza increíble para cualquier potencia mundial dada su capacidad para acabar con las comunicaciones, los sistemas de alerta temprana y los sistemas de posicionamiento del enemigo. Y todo ello accediendo a un lugar, el espacio, que parecía que estaba a salvo de amenazas. Eso sí, como alguien haga uso de estas capacidades queriendo destruir, digamos, una veintena de satélites a distintas órbitas la que puede liar la chatarra espacial puede ser de órdago.

Fin del Episodio II

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