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El arte de la guerra (33): Mikoyan Gureverich MiG-29 Fulcrum

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MiG-29 serbio.Krasimir Grozev
Seguro que muchos habéis levantado las cejas cuando en la anterior entrada he comentado:
"los MiG-29's alemanes del escuadrón Jagdgeschwader 73, según muchos, posiblemente los mejores Fulcrums que hayan existido por aviónica, capacidades y entrenamiento de sus pilotos"
Pedazo de afirmación ¿verdad? Bueno vamos a extendernos un poco sobre esta frase y sobre el Fulcrum ya que es un avión sobre el que merece la pena extenderse un poco.


MiG-29 en Farnborough en 1988. Foto USAF
Los Fulcrums de la Luftwaffe de los que hablamos en la anterior entrada no representaron la primera oportunidad que tuvieron los occidentales de ponerle los ojos encima a los por entonces temidos MiG-29. La primera visita a suelo occidental de un Fulcrum se realizó en 1988 con motivo del Festival Internacional británico de Farnborough (foto superior). Durante dicho festival los analistas occidentales pudieron echarle por fin un ojo al pájaro más avanzado por entonces de las Fuerzas Aéreas de la Unión Soviética del que hasta entonces solo habían tenido noticia a través de diapositivas. No obstante más que el avión y su, calificada por algunos como, increíble demostración lo que por entonces sorprendió de gran manera a propios y extraños fue la camaradería y predisposición que mostraron los pilotos soviéticos que acompañaban al séquito a hablar sobre temas que poco tiempo antes estaban clasificados como secretos militares. Aquí tenéis la demo que hizo el Fulcrum por primera vez en suelo occidental:



En 1989, un año después de su visita a tierras británicas, los MiG-29 repetían visita a Europa de la mano del Festival Internacional parisino de Le Bourget (foto inferior). 


MiG-29 en París en el 89. Foto USAF
En el transcurso de la demostración llevada a cabo por el piloto Anatoly Kvochur a los mandos de su Fulcrum"Azul 303" a un pájaro "saboteador" francés le dio por meter las narices en el motor derecho del MiG causando con su presencia un fallo de motor. Kvochur intentó recuperar el avión, el cual se hallaba en perdida a un alto ángulo de ataque, metiendo gas en el motor que le quedaba y obligando el avión a girar sobre su eje pero por desgracia la velocidad en ese momento del MiG no era suficiente por lo que el Kvochur situó el avión para alejarlo de la multitud y se eyectó del avión 2 segundos y medio antes del impacto. Dentro vídeo:



Por cierto, el asiento eyectable que usó Kvochur para salvar su vida, un  Zvezda K-36D, fue también el responsable de que se salvaran los pilotos de MiG-29 que colisionaron en 1993 en el festival Royal International Air Tatoo (RIAT):



y en el que también se salvó el piloto y copiloto de Sukhoi Su-30 MKI que se estrelló en París en 1999:




Como podéis ver sus demostraciones nunca dejan a nadie indiferentes... Tras la presentación en sociedad la oportunidad de ponerle las manos encima no llegaría mucho más tarde. Según reza ESTE artículo de la Asociación Canadiense para la Conservación Aeronáutica (CAPA/ACCA) en 1989 dos MiG-29S Fulcrum aterrizaron en suelo canadiense junto con un Sukhoi acrobático Su-26M, un Kamov Ka-32 y el Antonov An-225 Mriya con intención de participar en el Festival Aéreo Internacional de Abbotsford (British Columbia, Canadá).


MiG-29 en Abbotsdorf. Foto USAF
Los MiGs volaron desde la Unión Soviética atravesando el Estrecho de Bering el 5 de Agosto hasta llegar a Alaska, donde fueron interceptados por cuatro F-15s los cuales les guiaron hasta la Base Aérea de Elmendorf donde se les invitó a pasar la noche en la que es considerada la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial en la que un avión soviético (pilotado por soviéticos) tomaba tierra en suelo norteamericano. Prestad especial atención a la impresionante foto del recibimiento que le hicieron los Eagles a los Fulcrums sobre los cielos de Alaska. Tened en cuenta que hay 4 Eagles, 2 que se ven, el que toma la foto y su wingman:


Engage! Foto USAF
Al día siguiente los MiGs debidamente escoltados por los Eagles de Elmendorf fueron llevados hasta la frontera canadiense donde dos Hornets canadienses los esperaban para llevarlos hasta Abbotsford. En el artículo enlazado (el cual os recomiendo leer), el Mayor Bob Wade, piloto de CF-18 Hornet de la Fuerza Aérea Canadiense cuenta como tras diversas aventuras con los pilotos soviéticos, al tercer día del festival (13 de Agosto) tuvo finalmente la oportunidad gracias a una simpática invitación de saltar sobre un Fulcrum y volarlo junto con el piloto de pruebas de Mikoyan Valerie Menitsky. A pesar de que tanto el Head Up Display como los sistemas de armas estaban debidamente desconectados la oportunidad de volar el MiG-29 le supuso a Bob Wade una buena oportunidad para evaluar las capacidades aerodinámicas del Fulcrum, más si tenemos en cuenta que Wade fue en el pasado piloto acrobático de Hornet, avión que le sirvió de perfecto punto de referencia. Aquí tenéis el vídeo de su vuelo. El primer avión es el Fulcrum y el último del vídeo es el Mriya:




Según cuenta el mismo Bob Wade:

"Era obvio que la relación peso/empuje del MiG-29 era superior a la del Hornet (...) la velocidad de alabeo y estabilidad a bajas velocidades del Fulcrum era igual o superior a cualquier avión que he podido volar (...) mientras el CF-18 requería unos 5.000 pies de altitud para recuperarse de una perdida en vertical y nunca lo hacía de una manera predecible el Fulcrum necesitaba unos 500 pies únicamente y era muy estable durante todo el proceso (...) el MiG gozaba de una gran capacidad para levantar la nariz y mantenerse estable a grandes angulos de ataque (...) a unos 300 pies decidió dar un giro de 360 grados y lo mantuvo a lo que yo sentí debieron de ser 7 u 8 G's. El avión no cedió velocidad durante el giro con el postquemador a todo ga (...) Estuve muy impresionado de lo que acababa de presenciar. La lección obvia para ser aprendida era que en igualdad de pilotos nosotros en el Oeste estábamos en desventaja en combates cerrados frente al Fulcrum. No tuve oportunidad de evaluar el rendimiento del MiG a media y alta altitud, de evaluar su interfaz hombre-máquina o de evaluar su radar pero desde el punto de vista del combate cerrado en visual el Fulcrum era un buen caza."
Tras la evaluación Bob prosigue con la que entiendo que es una evaluación de las capacidades sociales de los soviéticos:
"Tras aterrizar me llevaron consigo al pabellón privado ruso. Eramos unos 1o y yo era el único occidental. La atmósfera era muy festiva. Grandes vasos fueron llenados a la mitad con vodka y el traductor ofreció un brindis a la salud de Mikoyan y del MiG-29 tras lo cual todo el mundo vació los vasos de un trago. El siguiente brindis con la misma cantidad de vodka se hizo en honor de Canadá y del Mayor Wade y una vez más todo el mundo engulló el contenido de un trago. No es que fuera abstemio pero no bebía con mucha frecuencia por lo que me empecé a sentir indispuesto. Una vez más los vasos se llenaron y se ofreció un brindis en honor de la Unión Soviética. No pude negar el brindis y una vez más bebí el vodka de un trago. A partir de aquí mis recuerdos se tornan borrosos y no recuerdo muy bien como acabó el tema..."
El artículo continua hablando como tuvo que hacer una tourné por varios países para contar sus experiencias a toda clase de pilotos occidentales. Según parece la intención inicial de los soviéticos era hacer un intercambio y que ellos pudieran volar en el Hornet, Eagle y Viper; Operación que los norteamericanos por su parte vetaron al considerar que los retornos de dicho intercambio serían menores que las perdidas. Wade sospecha que al final le dejaron volarlo por la necesidad del efecto mediático que necesitaba MiG para vender su producto fuera de la URSS si quería sobrevivir ante los inminentes cambios que se cernían sobre la Unión Soviética.
Pantallazo del report de RAND


En ESTE estudio del Centro de Estudios Soviéticos de RAND/UCLA titulado "Informe de piloto: MiG-29" y originalmente publicado en la revista "Air Force Magazine" podéis leer como el 16 de Agosto de 1989, volviendo del festival canadiense camino a casa, los 2 MiG-29 aterrizaron de nuevo en la Base Aérea de Elmendorf a pasar la noche y ya de paso invitar a los norteamericanos a devolverles la visita a ellos en Moscú. Según se cuenta el 16 de Diciembre el piloto de la USAF Benjamin S. Lambeth tuvo la oportunidad, al devolver la visita a los soviéticos y de regalo volar de copiloto un MiG-29UB en la Base Aérea de Kubinka. El vuelo de Lambeth fue aun más ciego que el de Wade ya que no podía casi ver ni operar ningún switch y todo debía de pedírselo por radio antes (flaps, etc) al piloto ruso que se sentaba en la posición frontal. En el estudio referenciado podéis leer todas sus impresiones contadas por el mismo de primera mano entre las que me gustaría resaltar:

"Evidentemente el avión no ajustaba a 1-G como hacían los Eagles, Vipers o Hornets (...) la visibilidad desde el cockpit era mucho peor que la que ofrecían los cazas norteamericanos. La visibilidad desde el asiento frontal era indudablemente mejor a pesar de estar limitada por los raíles y el marco de la carlinga algo que no era sorprendente considerando que el MiG-29 fue diseñado de acuerdo a una filosofía operacional muy diferente a la del diseño de cazas occidentales. El concepto de uso de cazas de combate en la URSS seguía estando íntimamente ligado de una manera importante a las ordenes recibidas desde puestos de mando y control situados ya fuera en tierra ya fuera en aviones de mando aéreo. De acuerdo a este concepto el controlador debida de continuar dando rumbo y altitudes al piloto hasta que este se encontrase en las etapas finales de la intercepción y cerca de la solución de tiro así que de acuerdo a esta doctrina el MiG-29 no estaba preparado para maximizar la visibilidad del piloto (...) con anterioridad Menitskii (el piloto que lo acompañó) hablo con orgullo de la estabilidad que tenía el Fulcrum a la hora de recuperarse de una perdida en vertical (tail slide). Dije que difícilmente esta podía ser considerada una maniobra de combate ya que nadie sería tan naive de sacrificar toda su energía de esa manera incluso aunque fuera su única oportunidad. El me contestó y afirmó que solo había dicho con el propósito de demostrar la eficiencia aerodinámica del avión (...) Mi vuelo nunca pretendió ser una evaluación, no soy piloto de pruebas y ademas el tiempo no acompañó. Mi vuelo fue más importante por sus implicaciones políticas que aeronáuticas. Durante más de 15 años he volado 27 tipos de cazas de combate y entrenadores de la USAF, Navy y USMC así como algunos aparatos de fuerzas extranjeras y ninguna de estas experiencias puede igualarse a la media hora que pasé volando sobre los cielos de Moscú. El jefe de diseño de Mikoyan me confirmó que fui el primer occidental en volar cualquier tipo de avión de combate en cielo soviético desde la Segunda Guerra Mundial."

Vamos, opiniones para todos los gustos... entonces ¿quien ganaría en un combate entre un caza soviético y uno occidental?



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